"Podría haberlos matado a todos"

Fritzl ha declarado ante su abogado que él no es un monstruo, "podría haberlos matado a todos, entonces no hubiese pasado nada. Nadie me habría descubierto"

Las declaraciones de Josef Fritzl, detenido por tener encerrada a su hija Elisabeth en el sótano de su casa en Amstette (Austria) durante cuarenta años y someterla repetidamente a abusos sexuales fruto de los cuales nacieron siete hijos han sido portada en algunos periódicos austriacos. Sin remordimiento alguno afirmó a su abogado que no aceptaba que lo llamaran monstruo porque podía haber matado a sus rehenes y nada se habría descubierto. Así mismo, cree que gracias a él la vida de Kerstin, su hija-nieta, no ha corrido ningun peligro porque fue él quién decidió sacar del zulo a la joven para llevarla a el hospital.

Por otro lado, se ha descubierto que "el monstruo" investigado por violación, incesto, coerción y la muerte de un bebé, hijo de Elisabeth y él, visitaba frecuentemente un burdel situado a escasos quilómetros de su casa. Varias prostitutas han declarado que Fritzl actuaba de una manera brusca incluso alguna había recibido malos tratos por parte de él. También proponía mantener relaciones sexuales con las chicas en sitios oscuros y de aspecto carcelario.

En principio no se prevee otra audiencia en las próximas dos semanas ya que la fiscalia espera los informes de los investigadores. De esta manera se esperan más respuestas del porqué mantuvo a sus rehenes más de cuarenta años en el sótano de su propia casa.

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